Editorial
EL PUEBLO DECIDIÓ Y ORDENÓ: ¡BASTA YA!
Después de oír a unos y a otros personeros autodenominados “opositores”, priorizar sus crónicas y demenciales salidas electorales al precio que sea, hacen pensar que solo la ignorancia, la indolencia hacia millones de venezolanos que huyen de la tiranía, los diezmados por el COVID 19, la enfermedad, el hambre, desempleo, inseguridad… en síntesis, el desprecio por el país… hace que haya algunos politiqueros y mercaderes de la miseria nacional que aún optan por participar en un proceso electoral absurdo y fraudulento, dirigido por un CNE ilegítimo, plagado de títeres militantes y colaboracionistas del régimen. Solo motivaciones ajenas al interés nacional consustanciadas con el control del Estado o parte de él, prebendas, beneficios particulares o grupales, respaldaría de manera particular la apátrida conducta de estos personajes.
Para ellos, el País, la República, la Nación, no existen, solo existe su interés y poco o nada importa los demás. Es así como han pasado a ser los más conspicuos cómplices y colaboradores por 22 años en el mantenimiento de la dictadura. En esa desenfrenada carrera, se contradicen a conveniencia y hasta asumen conductas propias de la tiranía opresora, ilegitimando su actuación institucional y opositora, acumulando fracaso tras fracaso, a pesar de los apoyos internacionales y los nacionales, con su carga de desesperanza, dolor y muerte, suficientes para haber puesto ya fin a la ignominia del usurpador régimen actual.
Pero este bravo pueblo levantó la voz para decirle a unos y otros ¡BASTA YA! Corresponde a la Soberanía Popular, asumir nuestro rol protagónico por la libertad del país; y 6.4 millones de venezolanos, venciendo dificultades de todo tipo, puestas muchas de ellas por quienes por 22 años han hecho del país lo que de él nos queda, masivamente acudió a emitir su voluntad y mandato soberano vinculante en la Consulta Popular celebrada del 7 al 12 de diciembre del 2020, donde de forma legítima, constitucional y de efectos esencialmente vinculantes iguales a un referéndum, fue realizada acorde con el artículo 70 CRBV, que nos exime acudir al CNE, como establece la constitución para los referéndum, DECIDIÓ Y ORDENÓ, previo a cualquier evento electoral de la naturaleza que sea: dar cese a la usurpación, y luego de una conveniente transición que establezca condiciones mínimas de convivencia, celebrar elecciones presidenciales y parlamentarias libres y confiables, cuyo resultado tenga el respaldo cierto y efectivo de la Comunidad Internacional; también ordenó rechazar y deslegitimar la elección parlamentaria del 6 de diciembre y solicitar a la Comunidad Internacional su protección y ayuda humanitaria a la población venezolana y a su lucha por el rescate de la libertad. Como consecuencia de éste mandato constitucional, el pueblo soberano se organiza en el país y el exterior, a través de la instancia denominada Conferencia Ciudadana para el Restablecimiento Constitucional, encargada de diseñar y activar todo mecanismo o iniciativa a nivel nacional e internacional, para dar fiel cumplimiento a los objetivos definidos en las preguntas de la Consulta Popular.
El carácter vinculante y constitucional de la consulta ordena a todo venezolano, honestamente opositor, acatar su mandato y unirse para constituir por sobre cualquier interés subalterno la anhelada Unidad Superior; mas sucede que de esos sectores politiqueros y colaboracionistas salen afanosos, cual desprestigiados ilusionistas, demagogos que buscan justificar individualmente, o tras partidos que el régimen controla, participar en unas elecciones cuyos previsibles resultados negociados y fraudulentos en nada benefician ni resuelven la grave y profunda crisis que la nación dolorosamente padece, y sí beneficia y resuelve la situación particular, grupal o partidista de quienes ven en la política una oportunidad de vivir de prebendas, corruptelas y demás rebusques, yendo en contra de la voluntad popular expresada en la consulta y prolongando el secuestro y la usurpación.
Con esta apátrida conducta pretenden engañar una vez más a los venezolanos, y lo hacen siempre a nombre del pueblo al que solo utilizan para que vote por ellos y luego abandonan a su suerte, o con la famosa “defensa de los espacios”, desde donde no han hecho nada a favor del país, pero sí a su favor. En este lucrativo andar, entre muchos, reaparecieron habilidosos y reconocidos personajes que hasta ahora se muestran como impolutos técnicos electorales o recios y decididos opositores que incluso algunos han sido y pretenden seguir siendo farsantes representantes de la oposición que ya en los vendidos acuerdos con el régimen, tanto a nivel electoral, como en las rondas de negociaciones y acuerdos realizadas en el exterior, le permitieron criminalmente a la tiranía despojarnos de triunfos electorales y ganar tiempo para mantenerse usurpando en el poder. Y esto, debido a un deficiente liderazgo en el que se carece u omite el ejercicio responsable de la política en su más alto sentido de servicio y honesto liderazgo orientador de la sociedad, a lo que se suma y les impide, o les es extraño, la carencia de una visión distinta de país libre próspero y desarrollado que queremos, urgido de un Gran Cambio avalado por un nuevo Pacto Social de carácter Originario, al que prefieren obviar por su particular interés, desconocimiento, ineptitud, o ser vociferantes populistas, cargados de slogans o verborrea demagoga y consignera de la que desconocen incluso su significado.
De manera que la Consulta Popular se ha convertido en un potente laxante que con la fuerza del pueblo amante de la libertad y la democracia rechaza y actúa contra tanto parásito que por años ha minado y enfermado al cuerpo y la salud de la república. Esta penosa realidad despeja la situación desarticulada y atomizada de la mermada oposición de partidos liquidados principalmente por la conducta utilitaria particular de dirigentes que de ellos se han apropiado, incluida la tiranía que los secuestra a voluntad y los pone a su servicio, aparte de otros tantos que con su silencio comprometen su validez política y deben fijar ante los venezolanos su posición, en estos críticos momentos para la vigencia de la república.
Así tenemos de un lado al colaboracionismo, en franco decrecimiento, y del otro, la ciudadanía en franco y sostenido crecimiento organizado, dispuesta a hacer cumplir su mandato de la Consulta, activando a nivel nacional e internacional todo mecanismo legal y constitucional para su logro. Ciudadanía que exige su calificada presencia en toda iniciativa nacional o internacional teniendo como condición previa el cese de la usurpación de Maduro y su entorno. Ciudadanía, que progresivamente con determinación y firmeza se suma decidida a no retroceder en su glorioso empeño de dar libertad a Venezuela para refundarla en el marco de una Gran Cambio de su modelo Político, Administrativo y Constitucional actual, con el esfuerzo sostenido de las grandes mayorías nacionales que dentro y fuera de nuestra patria se aprestan al reencuentro creador de una nueva patria, libre, justa, soberana, próspera y desarrollada, orgullosos de nuestro gentilicio y legado de libertad de nuestros héroes.
Arquitecto Luis Granados, miembro de la directiva nacional de la Alianza Nacional Constituyente Origionaria (ANCO).



1 Comentarios
Excelente.editorial. Así es exactamente. Ir a elecciones en las condiciones actuales es burlarse de la voluntad ciudadana .
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