PORQUE LA ALIANZA NACIONAL CONSTITUYENTE
ORIGINARIA (ANCO), PROPONE UNA NUEVA CONSULTA NACIONAL
“QUE EL PUEBLO VENEZOLANO DECIDA “
ANCO, cree necesario explicar por qué razón es
necesaria una nueva Consulta Popular y porque la Consulta Popular que estamos
proponiendo no tiene nada que ver con la que se realizó el 16J, aunque tengan
el mismo nombre… ¿Y porque otra consulta si ya hicimos una el 16 de Julio? nos
repite los ciudadanos incluso para desechar la propuesta sin discutirla.
Una Consulta es como una encuesta que responde
al momento político que se viene viviendo para el momento que se realiza, y
existe una gran diferencia entre los momentos políticos del país a la fecha 16J-2017,
al país que ahora estamos viviendo teniendo en cuenta la velocidad del
desarrollo de los acontecimientos políticos actuales. En consecuencia, ambos
momentos son diferentes sustancialmente.
Para el 16J-2017, la población estaba en la
calle, el régimen arrinconado y bajo la lupa de todo el planeta porque estaba
asesinando a nuestros jóvenes; y ANCO propuso a los venezolanos y a los
factores politicos, realizar un Referendo Consultivo sin el CNE, conducido
por la sociedad civil para preguntarle al pueblo si quería o no una
Constituyente convocada desde el gobierno. Convocatoria que finalmente
accedieron realizar.
El momento político de ese entonces indicaba
que la respuesta que debía manifestar la sociedad civil ante ese robo de
nuestra prerrogativa constitucional de convocarnos en Asamblea Constituyente,
era convocarnos como se establecía en el texto constitucional. La Asamblea
Nacional aplicando la constitución nos convocó utilizando “los medios de participación y
protagonismo del pueblo en ejercicio de su soberanía, en lo político” establecidos
en el Artículo 70 constitucional: la Consulta Popular. Esta fue una salida
políticamente hábil ya que el pueblo puede perfectamente convocarse a sí mismo
para ejercer, como en efecto lo hizo, su participación en los grandes temas del
país, manifestándose claramente en lo político.
Sin embargo, esa Consulta del 16J-2017, no
estaba en la hoja de ruta de la MUD, ni de los partidos presentes en la
Asamblea Nacional en ese entonces. Ellos preferían que el régimen llamara a
elecciones y de obligarlo a negociarlas y no que se designara un Gobierno de
Unión Nacional como les ordenó el soberano en la pregunta No. 3 del 16J-2017. Al
no cumplir con el mandato popular y tampoco conseguir las elecciones que buscaban
en República Dominicana, así como el resto de las demandas, se creó un estado
de decepción contrario en la población que aún se mantiene.
Si
hubieran cumplido con la Consulta del 16J, la situación seria otra ahora. La sentencia política del pueblo fue
extraordinaria, tanto que motivó el respaldo unánime de la comunidad
internacional. Si la Asamblea Nacional hubiera cumplido, era imposible que la
FAN no hubieran respaldado ese Gobierno de Unión Nacional designado. El pueblo
hubiera salido en masa a las calles a respaldar cualquier decisión que la
Asamblea tomara. Esos son los momentos en que el liderazgo político debe tener sabiduría política. Pero al priorizar intereses
particulares o ambiciones mezquinas, atentan con la voluntad y determinación
del soberano de librarse de la tiranía. Ese fue el mismo momento en que
Henrique Capriles desperdició, cuando el CNE nos robó las elecciones del
14A-2013 y el candidato nos mandó a bailar salsa y tocar cacerolas, y así se
han desperdiciados muchos momentos históricos del país; frente a una oposición
que se encuentra siempre perdida en establecer una ruta y un proyecto
plausible, realizable, frente a un régimen que usa la democracia y su
herramienta que es el voto, para eternizarse, ilegitima y fraudulentamente en
el poder.
Esa fue el momento de la Consulta Popular del
16J. Si bien es cierto que el mandato de la pregunta No. 3 sigue vigente, el
momento político NO, porque no se
aprovechó. Entonces hay que volver a crear las condiciones para que el pueblo
se exprese ante la situación del aquí
y el ahora y proceder inmediatamente en consecuencia
del resultado, utilizando el momento político de ahora.
El 16J-2017 preguntamos al pueblo si rechazaba
y desconocía “la
Constituyente propuesta por Nicolás Maduro sin la aprobación previa del pueblo
de Venezuela”. No había llegado aún el 30J-2017. Pues bien, la
rechazamos y la desconocimos, por lo tanto es írrita por mandato popular. Pero
más allá de eso, Maduro siguió adelante y el 30J-2017 la impuso, y ahora está
tomando decisiones que nos afectan directamente; por lo que es necesario ahora
desconocerla, rechazarla, desmontarla y declarar nulos sus actos, incluido la convocatoria a
elecciones el 20 de mayo del 2018, el resultado y proclamación de Maduro como
presidente; de la misma manera: por mandato popular se hace necesario preguntar
directamente eso al depositario de la soberanía y que sea el mismo soberano el
que decida.
Pero preguntar también la conveniencia o no de
convocarnos para un verdadero proceso Constituyente por iniciativa del pueblo
soberano, para restituir nuestro derecho conculcado por Maduro, al convocar al
Constituyente sin tener la cualidad para hacerlo. Y en caso de proceder,
consultarle al pueblo si autoriza o no la designación por parte de los
ciudadanos Constituyentes de un Gobierno de Unión Nacional, tal y como se le
preguntara en el anterior momento político.
Ya con esos razonamientos se podría justificar
un segundo proceso de Consulta Popular. Sin embargo, la Consulta Popular tiene
varias formas de interpretarse de acuerdo a como se pretenda aplicar:
Veamos.
a)
Como una forma de lucha No-Violenta. Efectivamente, basándonos en el Artículo 70
constitucional podemos promover todo tipo de consulta, contabilizada por los
ciudadanos, para discutir las materias que nos atañen como país. Nadie nos
puede impedir eso constitucionalmente. Cualquier cosa que haga el régimen en
detrimento de los ciudadanos podemos consultarlo de acuerdo al alcance del
problema: nacional, estatal y municipal. Usemos organizadamente ese mecanismo y
demostremos si es verdad o no que es el pueblo quien manda como decía todos los
días el finado Presidente Chávez. Nunca habrá numéricamente más gente en la
calles protestando, que haciendo una cola para manifestar pacíficamente y en
las urnas su desacuerdo en lo político. ¡Ese fue el éxito del 16J! En esto
último no hay riesgo para la 3ra y 4ta edad, personas con discapacidad,
personas que trabajan y no pueden salir a las calles a protestar abiertamente,
para los mismos jóvenes y toda la sociedad en su conjunto (para una explicación
más completa de esto ver Caída Inevitable, en:
b) Como
manera o método de organizar a la sociedad civil para esa lucha. La sociedad civil es la que más ha salido
perjudicada por la desorganización y la falta de estrategia del liderazgo
político. ¿Por qué no organizarnos para generar un sistema permanente de
respuesta a los atropellos del régimen? La Consulta Popular organizada puede
ser una respuesta permanente de la sociedad civil en todos los órdenes para
articular un método de lucha permanente. En eso nos podrían acompañar
perfectamente los empresarios, sindicatos, gremios, etc., que han salido afectados
por las decisiones de la delincuencia
gubernamental.
c) Como
mecanismo de unificación de la sociedad para un propósito común: combatir al
régimen. Un sistema permanente de Consultas Populares que corra transversal a
cualquier grupo social, los unificaría en un solo propósito. Los empresarios y
trabajadores podrían acordar consultas de corte nacional en relación a la
inflación y salarios. Esas herramientas son pacíficas y constituyen una
respuesta contundente en contra de decisiones que los perjudican como grupos
sociales.
Pero lo más importante es que una Consulta
Popular que englobe las líneas maestras de lo que percibamos como los
principales problemas nacionales, le da objetivamente a todo el mundo –nacional
e internacionalmente- la respuesta acerca de lo que los venezolanos realmente
queremos, no
lo que los políticos dicen que queremos. Si eso lo
establecemos entre todos, la comunidad internacional y todo el mundo nos
ayudará a conseguir eso. Nosotros propusimos esas preguntas en nuestra
comunicación a la Asamblea Nacional: http://ancoficial.blogspot.com/2018/04/carta-la-asamblea-nacional-16-04-2018.html.
Mientras lo que queramos no esté definido
seguiremos dando tumbos sin dirección y más aún si el liderazgo político se encuentra
completamente desarticulado, sin proyecto real y factible y menos de una
estrategia para la lucha. Definamos entonces la consulta que necesitamos hacer
como pueblo que es quien debe decidir sobre el presente y futuro de la nacion y procedamos. “No
hay viento favorable para el barco que no sabe adónde va”, afirmaba
Séneca (4 a.C. - 65 d.C.). Si ya tenemos el viento de la comunidad
internacional a nuestro favor, es hora de definir hacia donde deseamos ir. ¿Y
quién mejor que el pueblo soberano para responderlo? ¡Que el pueblo venezolano decida!…
Alianza Nacional Constituyente Originaria - ANCO
Caracas, 2 de Junio de 2018
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