Caracas, 31 de Octubre 2016
Su Santidad
Papa Francisco
Ciudad del Vaticano.
Presente.-
Santo Padre, permítame expresarle respetuosamente, a
nombre de la Alianza Nacional Constituyente, nuestro júbilo y satisfacción por
el interés que ha manifestado Su Santidad en los graves problemas por los que
atravesamos los venezolanos, reflejado en la designación de Monseñor Emil
Paul Tscherrig, Nuncio Apostólico en la República Argentina, como su enviado
especial en Venezuela para ser partícipe en las discusiones del posible dialogo
entre la oposición venezolana y el gobierno nacional.
En este sentido, venezolanos
integrantes de una organización de la sociedad civil, la Alianza Nacional
Constituyente, desea hacer de su conocimiento la posición que en este momento
sostenemos en relación al mencionado dialogo gobierno-oposición a los efectos
que Su Santidad y su enviado especial Mons. Tscherrig, posean todos los elementos
de juicio, y en especial aquellos que atañen a algunas realidades políticas que
jugarán un papel determinante en la Venezuela de los próximos años.
La
Alianza Nacional Constituyente considera que ante esta profunda y grave crisis
que nos afecta a todos y pone en alto riesgo la existencia de la República,
se impone efectivamente un dialogo franco y democrático, pero no un acuerdo
entre cúpulas o minorías, responsables de que en reiteradas oportunidades en
estos últimos 18 años no han sabido interpretar cabalmente las históricas y
masivas manifestaciones de voluntad de cambio de los venezolanos y hayan
permitido, llevar a Venezuela a la caótica situación actual.
Desde
nuestra perspectiva, el dialogo que se anuncia no resolverá el perentorio deseo
de cambio que reclama nuestro pueblo; se traducirá, solo en un acuerdo de corte
electoral para diferir hacia mediados del año 2017, los procesos electorales
pendientes en nuestro calendario constitucional y, en consecuencia, no atenderá
las expectativas de cambio del régimen que ha secuestrado los derechos
constitucionales de los venezolanos.
Ese
dialogo autentico y de solución a la crisis que nos avasalla, consideramos, Su
Santidad, debe darse acudiendo a la fuente de las leyes que no es otra que el
Pueblo Soberano a quien por deber y por derecho como depositarios de la
soberanía y del poder originario, de acuerdo a los artículos 5, 7, 70, 347,
348, 349 y 350 constitucionales, le corresponde darse un nuevo país, un nuevo
ordenamiento jurídico y una nueva constitución; dialogo que nos convoca a todos
desarrollarlo en torno a la mesa de un proceso constituyente originario, que
permita traer al presente el futuro que aspiramos para nuestra Venezuela,
convocado por iniciativa popular, como lo establece los Artículos 347 y
348 constitucionales.
No es la primera vez que reiteramos conocer de la preocupación
de Su Santidad por la pobreza que sufren nuestros pueblos y las razones que la
provocan, en especial aquellas fundamentadas en motivaciones políticas e
ideológicas. Ello nos impulsa a buscar
su guía y orientación para encontrarle salidas pacificas a una situación que a
todas luces pensamos se acerca aceleradamente a la violencia.
Años de un discurso de odio en nuestro país han dado sus
frutos al punto que hoy nuestra sociedad está profundamente dividida. Nunca
antes en nuestra historia como pueblo, familias y hermanos se odiaron por
razones políticas. No queremos eso para nuestros hijos y las generaciones
futuras. Dios en Su infinita sabiduría nos concedió un Santo Padre que conoce profundamente por su apostolado las vicisitudes
de la pobreza latinoamericana y las complejidades de su origen, así como la
naturaleza propia de nuestros pueblos. Es por eso que recurrimos hoy en nuestra
coyuntura a Su palabra orientadora.
Su Santidad, luego de años de
estudio y consulta en todo el país hemos presentado una propuesta
ciudadana titulada, “Proyecto País Venezuela Reconciliada Vía Constituyente”, para
el cambio de las estructuras políticas y administrativas de Venezuela con el
objetivo de a) lograr el reencuentro y reconciliación entre los venezolanos, y
b) ejecutar el reordenamiento jurídico necesario para redistribuir
constitucionalmente el poder político, legislativo, judicial, educativo,
económico, entre todas las regiones de Venezuela con el objetivo general de re
institucionalizar al país y lograr la estabilidad política y la paz social.
Para el logro de ese objetivo
nosotros, desde la Alianza Nacional Constituyente conformada como una red
nacional de organizaciones de la sociedad civil y líderes ciudadanos
independientes, que actuando
organizadamente como depositarios del poder constituyente originario, y
buscando una Venezuela mejor donde
impere la Dignidad, la Justicia y la libertad, hemos diseñado un mecanismo
constitucional avalado por los mejores expertos y constitucionalistas del país
para la convocatoria del Constituyente por iniciativa popular, como lo indica
el Artículo 348 de la Constitución vigente.
Aunque factores políticos de la
oposición han apostado al mecanismo constitucional del Referendo Revocatorio,
el gobierno ha trabado esta iniciativa por la vía judicial, creando en el país
una situación de extrema gravedad que amenaza la paz y la convivencia entre los
venezolanos.
De manera reiterada hemos señalado
públicamente que el problema de Venezuela no se resuelve cambiando un
Presidente por otro, sino cambiando el modelo sobre el cual se han construido
las relaciones políticas, sociales y económicas entre los venezolanos. Y eso es
lo que hay que discutir, reencontrándonos y reconciliándonos, en el seno de una
Asamblea Nacional Constituyente electa legítimamente, a través de los
mecanismos establecidos por el propio pueblo convocante, con
participación paritaria del sector Político y de la Sociedad Civil. A ese diseño es al que nos hemos abocado en los últimos
años.
Por las consideraciones anteriores
nos permitimos solicitarle una audiencia a Su enviado especial en Venezuela, Monseñor Emil
Paul Tscherrig, para que conozca a
profundidad nuestro planteamiento acerca de la iniciativa constituyente como la
verdadera y última posibilidad de los venezolanos para resolver pacifica,
electoral y democráticamente la crisis política que agobia nuestro país, y
darle al mismo tiempo una esperanza de un mejor futuro para las próximas
generaciones, en la seguridad que su intervención jugará un papel muy importante
para la reunificación y reconciliación de los venezolanos. Demás está decirle, Su Santidad que esa reunión
la consideramos de carácter privado de la cual no esperamos sino sus luces.
Conocemos
la situación geopolítica que enfrenta la Santa Sede, que la ha obligado sabiamente intervenir en los procesos de paz
en el hermano pueblo de Colombia y en la apertura económica del pueblo cubano,
y ahora en el de la crisis de Venezuela. Sin embargo la situación de nuestro
país no puede estar condicionada a la resultante de esos procesos en los países
hermanos habida cuenta de la urgencia humanitaria por la que atraviesa nuestro
país. Hacemos nuestras las palabras del Ex Presidente de Bolivia, Jorge
Quiroga, cuando expresa, y citamos: “…no
se puede pedirle a Venezuela que pase hambre, que se quede sin medicinas, que
tenga inflación más alta que Zimbawe, desabastecimiento peor que el de Sudán,
criminalidad más alta que la de Siria, y una tiranía dictatorial a nombre de
que fluyan los barriles a Cuba por la apertura y que se cobije a las FARC hasta
que se tenga paz. Eso, con todo respeto tiene que entenderse que no es
sostenible. El Papa dice que recen por mí, yo rezo por que él actúe por
Venezuela. Obama dice si se puede, yo le diría se puede apertura en Cuba, sí,
se puede tener paz en Colombia, sí, pero solo con democracia en Venezuela…”.
Deseamos que efectivamente Su Santidad nos de la oportunidad de escuchar
nuestros planteamientos.
Su Santidad, Usted que ha luchado
tanto por la reconciliación de los pueblos, denos una luz para que los
venezolanos, creyentes y no creyentes, encontremos un camino para lograr esos
objetivos de paz y reconciliación, rogándole su bendición para nuestro pueblo,
le deseamos el mayor éxito en la delicada misión que le ha tocado asumir.
Con los mejores deseos a Su Santidad,
Ing. Enrique Colmenares Finol
Coordinador
Nacional de la Alianza Nacional Constituyente
CC: Mons. Pietro
Parolin / Cardenal Secretario de Estado del Vaticano / Mons. Emil Paul
Tscherrig y Mons. Claudio María Celli / Enviados Especiales del Papa Francisco
en Venezuela / Mons. Jorge Urosa Sabino, Cardenal y Arzobispo de Caracas /
Mons. Baltazar Porras Cardozo, Cardenal y Arzobispo de Mérida / Mons. Diego
Padrón, Arzobispo de Cumana y Presidente de la Conferencia Episcopal de
Venezuela.
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