Dialogo sí, pero entre los
venezolanos
Ante el inminente Dialogo que se
realizará entre los representantes de la MUD y el gobierno nacional que en su
desesperación de aferrarse al Poder suspendió el proceso Constitucional de
Referendo Revocatorio, la Alianza Nacional Constituyente fija su posición como
Ciudadanos venezolanos preocupados por el destino del país.
La realidad actual pone de
manifiesto una dantesca imagen de un país que se desintegra, donde avanza
aceleradamente una tragedia
humanitaria en medio de un irreversible proceso de descomposición de
las instituciones, empobrecimiento social, endeudamiento, corrupción, inseguridad,
con pérdida de valores y principios y
una manifiesta confrontación alentada por
parcialidades en pugna por el poder y no por la búsqueda de una solución
integral, profunda y radical del modelo centralista, decadente y hegemónico que
durante 200 años ha pautado la existencia de la república, debatida entre
gobiernos de militares y caudillos que han accionado para satisfacción particular y de su entorno y no con visión de
bienestar y progreso para las generaciones futuras.
Los venezolanos hemos vuelto a
presenciar el 26 de octubre la continua y sistemática disposición del gobierno
de hacer uso de la violencia indiscriminada contra una población que en
ejercicio de su derecho constitucional de manifestar pacíficamente, para exigir de los órganos de los poderes públicos
el cumplimiento de lo establecido en la C.R.B.V., Capítulo IV, sección segunda
, Art. 72, relacionado con la revocabilidad de los cargos de elección popular,
incluido el cargo de Presidente de la República, así como también para
solicitar cambios en las políticas económicas y sociales que han conducido al
colapso general del país y principalmente el cambio del gobierno, quien ante la manifiesta y multitudinaria
expresión de rechazo, busca comprar tiempo negociando un dialogo de la misma
manera que lo hicieron el año 2014, cuando 43 jóvenes pusieron su sangre por la
libertad de Venezuela.
La Alianza Nacional Constituyente
considera que ante esta profunda y grave crisis que nos afecta a todos y pone
en grave riesgo la existencia de la
república, se impone efectivamente un dialogo franco y democrático, pero no un
acuerdo entre cúpulas o minorías, responsables ambas, de que en reiteradas
oportunidades en estos últimos 18 años no hayan sabido interpretar cabalmente
las históricas y masivas manifestaciones de voluntad de cambio de los
venezolanos y hayan permitido, tanto los unos como los otros, llevar a Venezuela a la caótica situación
actual.
Desde nuestra perspectiva, el dialogo
que se anuncia no resolverá el perentorio deseo de cambio que reclama nuestro
pueblo; se traducirá, solo en un acuerdo de corte electoral entre cúpulas para
diferir hacia mediados del año 2017, los procesos electorales pendientes en
nuestro calendario constitucional y, en consecuencia, no atenderá las
expectativas de cambio del régimen que ha secuestrado los derechos
constitucionales de los venezolanos.
Desde la Alianza Nacional Constituyente le hemos ofrecido al
secretario ejecutivo de la MUD, y sin excepción a toda la dirigencia política
de los partidos que la integran, en lo particular, a los actuales aspirantes a
la Presidencia de la República, que desde el mismo 6D, se declararon en campaña
electoral: Enrique Capriles Radonski y Henry Ramos Allup, nuestra propuesta: Una Solución Constitucional No negociada
con factor de poder alguno, la cual permitirá poner fin a la tragedia
nacional que vivimos. La misma, está
contemplada en la carta magna vigente, sancionada en 1999 y contenida en los
artículos: 5, 7, 70, 347, 348 y 349; el propósito es la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente de carácter
Originario, por iniciativa popular, cuyo objeto es propulsar cambios de las
estructuras del país, No Solo, el
cambio del Presidente de la República, sino, también, cambiar todos los Poderes
Públicos: Ejecutivo, Judicial, Electoral, Ciudadano, e inclusive el Poder Legislativo.
Venezuela exige hoy, que antes
de buscar una solución coyuntural, que
quite a unos para poner a otros, como pareciera que se está buscando, hay que
concertar urgentemente un cambio definitivo y radical de las estructuras y del
modelo político vigente, cambio orientado hacia una descentralización efectiva,
con autonomías regionales y municipalización fuerte, con transferencia
constitucional de competencias que le son propias, hoy cercenadas por el
centralismo avasallante y castrante del
desarrollo regional. Un redimensionamiento del estado y de las
competencias de todo el funcionariado publico, en razón de lo cual proponemos
que el verdadero dialogo que Venezuela necesita es aquel en que todos los
venezolanos participemos y nos sintamos interpretados en la legítima necesidad
de superar nuestras dificultades, en la esperanza de personas y familias de
progresar en paz justicia y libertad,
dialogo transparente y creador de una nueva Venezuela, dialogo enmarcado
dentro de un nuevo Proyecto de País y de un proceso de reconciliación con
justicia.
Ese dialogo autentico y de
solución a la crisis que nos avasalla, tiene que darse en la fuente de las
leyes que no es otro que el Pueblo Soberano a quien por deber y por derecho
como depositarios de la soberanía y del poder originario, de acuerdo a los
artículos 5, 7, 70, 347, 348, 349 y 350 constitucionales, le corresponde darse
un nuevo país, un nuevo ordenamiento jurídico y una nueva constitución; dialogo
que nos convoca a todos desarrollarlo en torno a la mesa de un proceso
constituyente originario, que nos permita traer al presente el futuro que
aspiramos para nuestra Venezuela, convocado por iniciativa popular, como lo
establece los Artículos 347 y 348
constitucionales y que no puede ser normado ni codificado por ninguna ley
vigente, ni por los poderes constituidos, valga decir CNE, TSJ, Presidente y
demás funcionarios de la administración por mandato expreso del Artículo 349 de
la constitución y el deber de acatar sus decisiones.
En consecuencia, es al pueblo
soberano a quien le corresponde darse los mecanismos constituyentes y supra
constitucionales para adelantar este proceso que hoy representa la verdadera
solución para Venezuela, instrumentos
estos que ya han sido elaborados por la Alianza Nacional Constituyente y
puestos a disposición de los venezolanos.
Convocamos a
todos los venezolanos a atender el llamado que la Alianza Nacional
Constituyente hace de convocar a una Constituyente de carácter originario por
iniciativa popular. Mecanismo constitucional, democrático, electoral plural e
incluyente, ignorado manifiestamente por la MUD, pero que todos podemos y
debemos activarlo porque es nuestro derecho hacerlo y lo llevaremos adelante.
Iniciemos ya la patriótica jornada de liberar a Venezuela, es nuestro deber.
“En una palabra, mi querido general, yo no
conozco más partido de salud, que el de devolver al pueblo su soberanía
primitiva para que rehaga su pacto social. Vd. dirá que esto no es legítimo: y
yo, a la verdad, no entiendo qué delito se comete en ocurrir a la fuente de las
leyes para que remedie un mal que es del pueblo y que sólo el pueblo conoce.
Digo francamente que si esto no es legítimo, será necesario a lo menos, y, por lo
mismo, superior a toda ley: pero más que todo es eminentemente popular, y, por
lo mismo, muy propio de una república eminentemente democrática.”
Simón Bolívar
La Alianza Nacional
Constituyente, una vez más, hace un llamado a los factores políticos que han
ignorado deliberadamente la vía Constituyente a debatir abiertamente la
conveniencia de convocar al Proceso
Constituyente Originario para restaurar el orden, la legalidad, la
seguridad personal y de los bienes, la paz social y la institucionalidad del
país. Del mismo modo hacemos un llamado al Soberano Pueblo de Venezuela a
exigirla en virtud de ser este el depositario de la Soberanía y dueño del Poder
Originario.
Hoy más que nunca nos encontramos
en un Momento Constituyente por cuanto se ha
violado, alterado y desconocido el pacto social de convivencia que fue
acordado y plasmado en el texto constitucional de 1999, aceptado y aprobado por
gobernantes y gobernados el cual rige la vida Institucional de la República,
además se aprecia que los gobernantes sistemáticamente violan y desconocen las
normas de convivencia que rigen el contrato social que juraron respetar y
cumplir.
“El objeto de un proceso constituyente es
establecer un orden racional, claro y estable que evite, en la medida de
lo posible, la subversión, el golpe de estado, las intrigas palaciegas,
las agitaciones colectivas y los delitos políticos. Un proceso constituyente
aparece así progresivamente como una barrera al abuso del poder y como una manera
organizada de excluir ciertas formas o ciertos temas de cuestionamiento al
poder. Un proceso constituyente es un rito pacificador… es también
símbolo de independencia”
Jacques
Donnedieu de Vabres
L`Etat,
París, 1971
Es hora de convocar al Constituyente.
Hagamos propio nuestro:
¡Abajo cadenas. ! Gloria al bravo
pueblo que al yugo lanzo…!
La
Coordinación Nacional de la Alianza Nacional Constituyente
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