Manifiesto de la
Alianza Nacional Constituyente
ante la marcha de
Caracas del 1ro de Septiembre de 2016
Los venezolanos hemos sido
convocados el 1ro de Septiembre a manifestar en las calles de Caracas para
lograr que el gobierno y sus autoridades electorales atiendan la exigencia de
un vasto sector de la población para efectuar un Referendo Revocatorio, en la
seguridad de que este traerá como consecuencia la sustitución del gobierno de Nicolás Maduro como
una condición necesaria para un cambio inmediato en la situación que padecemos
actualmente todos los venezolanos.
Desde que los sectores opositores
agrupados en la MUD decidieran la vía del Referendo Revocatorio, la Alianza Nacional Constituyente-ANC
ha respaldado esa solución a la grave crisis, respaldo este que hemos
manifestado en todas las reuniones sostenidas con sus principales
representantes, aun habiéndoles manifestado que continuaríamos nuestro esfuerzo
a nivel nacional, para convocar a una Asamblea Nacional Constituyente de
carácter Originario, dado que consideramos que ambas soluciones resultan no
excluyentes sino por el contrario complementarias, para los fines de solucionar
de una manera completa la
crisis del país.
En ese orden de ideas, desde la
ANC creemos que la marcha del 1ro de Septiembre en Caracas abona a los
objetivos que ambas soluciones proponen, la convocatoria de un Referendo
Revocatorio presidencial y al unísono la convocatoria a una Asamblea Nacional
Constituyente de carácter Originario.
Sin embargo, la ruta de una
Asamblea Nacional Constituyente de carácter Originario no responde a las
reglamentaciones establecidas por los Poderes Constituidos (TSJ - CNE -
Fiscalía, etc.), razón por la cual el llamado del 1ro de Septiembre, que
respaldamos, reviste para nosotros, en la Alianza Nacional Constituyente, un
significado completamente diferente al que han hecho los partidos agrupados en
la Mesa de la Unidad Democrática. Para la Alianza Nacional Constituyente tiene una
importancia fundamental porque constituye el comienzo de nuestro proceso de
convocatoria al pueblo venezolano para una Asamblea Nacional Constituyente, con
el desarrollo en esa misma fecha de nuestro propio proceso de Recolección de
Firmas, a través de las Juntas Activadoras del Proceso Constituyente Originario
(JAPCO’s) que están siendo organizadas en todo el país.
Pero más allá de la convocatoria
a recoger las firmas necesarias para un proceso Constituyente Originario,
invitamos a Venezuela a dibujar y debatir el país que queremos para todas las regiones de la República. Esa es nuestra razón
y principal motivo para
solicitar un proceso Constituyente de carácter Originario, que se inicie desde las bases mismas de la
sociedad venezolana. La Constituyente no es un fin en sí mismo, es la vía, el
mecanismo para discutir en
su seno la visión de un país diferente, descentralizado y
regionalmente autónomo. Esta visión está contenida en nuestra propuesta al país denominada “Proyecto
País Venezuela Reconciliada Vía Constituyente”. Ese es nuestro destino y nuestro proposito
fundamental.
Algunos sectores adversos o por
desconocimiento de la esencia misma del proceso constituyente han difundido la
idea errónea de que
este proceso solo
puede ser convocado desde el Poder. Que no es posible realizar una
Constituyente desde las bases mismas del pueblo venezolano. Queremos informarle
responsablemente al
pueblo de Venezuela y a la
Comunidad Internacional que sigue atentamente la grave situación venezolana,
que nuestra Constitución garantiza a todos los venezolanos el Derecho Humano a
la Participación Política, e iniciativa constitucional y constituyente establecidos
en los artículos 70, 347, 348 y 349 constitucionales, que nos permiten
convocar a un proceso Constituyente sin la participación de los Poderes
Constituidos.
En 1999, el Presidente Hugo
Chávez Frías, convocó al proceso Constituyente desde el Poder, pero tuvo que
invocar al pueblo soberano, como depositario del Poder Constituyente Originario,
para derogar la Constitución de 1961, ya que esta no tenía prevista su
modificación por medios diferentes a los establecidos en ella misma. Se invocó
la Soberanía Popular y se sometió a consulta del pueblo la convocatoria a una
Asamblea Nacional Constituyente. El pueblo aprobó entonces en Referendo
Consultivo la convocatoria a un proceso Constituyente que luego fue declarado
como Originario por la
misma Asamblea Constituyente.
De estos eventos
surgió la Constitución de 1999, cuyo texto tuvo que sostener la previsión que
originó su propio nacimiento, traducido en su Artículo
347: “"El pueblo de Venezuela es el depositario del poder
constituyente originario. En ejercicio de dicho poder, puede convocar una
Asamblea Nacional Constituyente con el objeto de transformar el Estado, crear
un nuevo ordenamiento jurídico y redactar una nueva Constitución.”. Y en el
Artículo 348 que
ese mismo pueblo podía convocar a una Constituyente con el 15% de las firmas
del Registro Civil y Electoral. Además, el constituyente fue claro, preciso y
definitivo al establecer el Artículo 349: “El
Presidente o Presidenta de la República no podrá objetar la nueva Constitución.
Los poderes constituidos no podrán en forma alguna impedir las decisiones de la
Asamblea Nacional Constituyente….”.
Esto nos abrió a los venezolanos
la extraordinaria posibilidad de organizarnos para solicitar, desde las bases
mismas de la población, la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente.
En 1999 se debió preguntar al Soberano con cuales reglas se debía regir el
proceso. El Presidente Chávez sometió a consulta del pueblo que se le aprobara al Presidente de la República definir
esas reglas, y el
pueblo se lo aprobó, entre otras razones porque esa facultad solo la tiene el
Soberano. Al estar ahora esa previsión establecida en los Artículos 347 y 348
constitucionales, el pueblo Soberano en lugar de delegar su potestad en nadie
para definir las Bases que regirán el proceso, las puede definir él mismo, sometiéndolas a la
aprobación de los firmantes en el mismo acto de la recolección de firmas para
la Constituyente. Esas reglas o Bases Constituyentes se han propuesto al país desde la
Alianza Nacional Constituyente, y han sido sometidas a la consideración de los más diversos
sectores de la sociedad venezolana, incluyendo a la Mesa de la Unidad
Democrática, MUD. En otras
palabras, han sido sometidas al consenso de los más amplios sectores del país.
De esa manera el Soberano pueblo de Venezuela puede
participar para decidir su
destino en un proceso nunca antes visto para cambiar la grave situación del país, sin la intervención de los Poderes Constituidos. Esto es, hacer
este proceso sin el CNE ni el TSJ, actualmente secuestrados por el gobierno.
Esto es posible con la Constitución de 1999. De esta manera podemos convocar a
una Constituyente desde las bases mismas de la sociedad venezolana. A eso se le
llama Poder Constituyente Originario.
Por lo tanto, desde la Alianza Nacional Constituyente invitamos a
los partidos políticos convocantes del Referendo Revocatorio del Presidente de la Republica, a que en esos tres días
asignados para recoger las manifestaciones de voluntad para activarlo,
al unísono también sean utilizados para la recolección de una segunda
firma para la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente de carácter
Originario.
En la Alianza Nacional
Constituyente creemos que si bien es cierto los venezolanos estamos urgidos de
un cambio en la conducción del gobierno, como lo propone echar andar un proceso
Revocatorio, no es menos cierto que estamos aun más urgidos de una reconstrucción institucional del país
que impida que esta tragedia que hoy vivimos pueda volver a repetirse, garantizando la
solvencia económica, política y social de la República para las nuevas
generaciones.
Ese es nuestro reto. Sometemos a
la consideración de Venezuela esta propuesta que no solo desea una solución
política y pacífica al grave problema del cambio del gobierno, sino también dar
paso a un proceso de Reconciliación y Reconstrucción del país, con la
participación de todos los venezolanos sin distinción de color político, a
través de un proceso Constituyente.
Sometemos esta solución a todos los venezolanos, para
cambiar el curso de la historia de Venezuela, respaldando a quienes deseamos
una solución constitucional, pacífica y electoral pero de las manos de las
bases mismas del pueblo venezolano.
Convocamos a todos los
venezolanos a que este 1ro de Septiembre sea propicio para profundizar e
intensificar el proceso de recolección de firmas para la convocatoria de una
Asamblea Nacional Constituyente de carácter Originario; y que a su vez se
activen todas nuestras Juntas Activadoras del Poder Constituyente Originario en
todo el país. Que este sea el aporte de la Alianza Nacional Constituyente a una
lucha cívica que comienza ahora mismo y que supone una solución de abajo hacia
arriba, desde las bases del pueblo venezolano, cuya mayor aspiración ha sido
siempre vivir en paz, reconciliados y en democracia. Por encima del pueblo solo
esta Dios.
Caracas, 25 de Agosto de 2016
Coordinación Nacional de la Alianza Nacional Constituyente
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