LA
ALIANZA NACIONAL CONSTITUYENTE ORIGINARIA -ANCO- DA A CONOCER A LOS VENEZOLANOS
SU POSICION RESPECTO A LA LEY DE AMNISTIA, ACTUALMENTE EN DISCUSION EN LA
ASAMBLEA NACIONAL.
La ALIANZA NACIONAL CONSTITUYENTE
ORIGINARIA -ANCO-, hace
del conocimiento de los venezolanos su posición consignada ante la Asamblea
Nacional, respecto a la LEY
DE AMNISTIA actualmente en discusión; con ocasión de atender la cordial
invitación que hiciera a ANCO, con fecha 31 de enero del
presente, su Primer Vicepresidente Diputado Edgar Zambrano, para consultar
nuestra opinión en torno a la citada Ley, ocasión en que le manifestamos hacérsela
llegar por escrito, posición que
transcribimos a continuación:
(Descargar
Documento Original recibido de la Asamblea Nacional en: https://tinyurl.com/yaq36klb
Caracas, 04
de febrero de 2019.
Ciudadano:
Diputado EDGAR ZAMBRANO,
Primer Vicepresidente de la Asamblea Nacional de la República Bolivariana de
Venezuela.
Su Despacho.-
En nombre de la Alianza Nacional
Constituyente Originaria (ANCO-OFICIAL), tengo a honra dirigirme a usted, en la
oportunidad de consignarle por escrito nuestras observaciones al Proyecto de
Ley de Amnistía que actualmente debate ese órgano legislativo.
En primer lugar, esta ley parece que va contra la justicia. Se
ofrece un perdón, más que eso, una amnistía, la cual elimina los delitos y sus
consecuentes responsabilidades. Venezuela, su población, necesita ver que la
justicia se aplique, que las responsabilidades se establezcan y después, de ser
el caso, de no tratarse de delitos de Lesa Humanidad y contra los Derechos
Humanos, considerar la posibilidad de Amnistía o del Indulto, que elimina la
pena, más no el delito. La garantía de la paz es la justicia. Eso de estar
convenciendo a la gente del perdón, es además una falsedad, no se trata de
perdón, el perdón es otra cosa, y es un asunto de cada quien, pero, legalmente
hablando, el perdón es el indulto, la
amnistía es el olvido, nunca pasó, deja de existir el delito no hay NINGUNA
CONSECUENCIA
En segundo lugar, se supone que la Amnistía va dirigida a los
enjuiciados y detenidos por delitos políticos y, esta ley, es ofrecida,
paradójicamente, a quienes tienen en las cárceles y torturan a los mismos, es
decir, a nuestros luchadores por la democracia que hoy están siendo
torturados y perseguidos.
En tercer lugar,
consideramos que un instrumento normativo de la naturaleza y alcance como el
que actualmente discute nuestra Asamblea Nacional, es uno de los elementos que,
aunado al rescate del pleno funcionamiento del Poder Judicial y de la Fiscalía
General de la República, incluida la justicia militar, contribuirán, junto a
otros, a dar un marco firme a través del cual nuestra nación pueda,
paulatinamente, ir superando las heridas que dejan los abusos, excesos,
arbitrariedades y crímenes que se han cometido contra las personas, los bienes
y las instituciones; todo esto sin espacio para consideraciones
histórico-políticas que den soporte y justificación a la impunidad. Difícilmente habrá una nueva Venezuela sin justicia. Nos
queremos reconciliar, pero no con el robo, ni con el crimen ni la destrucción.
Es por eso que los hechos deben pasar primero por un Tribunal que imparta esa
justicia que se dan los pueblos apegados a valores y principios, para luego,
con la verdad por delante, aplicar una oportuna y conveniente amnistía a
aquellos que se considere la merecen, para que podamos convivir en paz.
En cuarto lugar, es una "Amnistía" utilizada, o así se
pretende, para cambiar el régimen y no, como debería ser, para formar parte de
la justicia que, forzosamente, deberá venir después, cuando se conozcan las imputaciones.
La finalidad de esta ley sería, según en ella se indica, "Restablecer la
paz social y democrática y la concordia nacional", nada más lejos de la
verdad. Esta ley se está presentando como un anzuelo a las FFAA concretamente.
En quinto lugar, considerando
que “con la amnistía se produce
la extinción de la responsabilidad civil, penal, administrativa, disciplinaria,
o tributaria, mediante la finalización definitiva de las investigaciones,
procesos, procedimientos, penas o sanciones y de todos sus efectos que se han
producido en general desde el 1 de enero de 1999 hasta la entrada en vigencia
de la presente ley”, debe observarse rigurosamente lo establecido en el
artículo 29 de la Constitución vigente (Delitos contra los derechos humanos y
de lesa humanidad), para no cohonestar estas nefandas conductas y, evitar así,
dictámenes en sentido contrario de organismos internacionales que pudieran
examinar, también, los hechos a los que se refiere la ley in comento. Por
otra parte, de acuerdo al diccionario de la Real
Academia Española el término “Amnistía” refiere a “1. f. Perdón de cierto
tipo de delitos, que extingue la responsabilidad de sus autores” (ver RAE,
Amnistía, en https://dle.rae.es/?id=2NBrKLC). En otras palabras, para que exista una amnistía o
perdón que extinga la responsabilidad de sus autores, debe existir antes la
determinación de esa responsabilidad y la imposición de la pena por un delito
comprobadamente cometido por el cual los autores han sido sentenciados. Caso
contrario, ¿cómo se entiende una amnistía? En tal virtud, consideramos que la
amnistía no puede suspender las investigaciones de los hechos, para poder
llegar a la determinación de las responsabilidades, con base a la comprobación
de hechos tipificados como delitos, y con emisión de la respectiva sentencia.
En sexto lugar, debe
garantizarse la veeduría y participación en la aplicación concreta de la ley de
aquellas personas e instituciones públicas y privadas con experticia y
reconocimiento en esta tan delicada materia, en especial, de aquellas personas
que han sido víctimas en estos años de las conductas potencialmente
amnistiables, y sus familiares. Las familias venezolanas tienen que abrigar en
sus corazones que el perdón otorgado no ofende la justicia ni desconoce su
injusto padecimiento.
En séptimo lugar, una Amnistía va dirigida a los enjuiciados y
detenidos por delitos políticos, y esta ley es ofrecida, paradójicamente, a
quienes han asesinado, tienen en las cárceles y torturan a nuestros luchadores
por la democracia (civiles y militares). Los soldados, se dan el lujo de quemar
el texto de la ley que, "diligentemente", se les ofrece desde una
oposición cuyo presidente todavía no podría hacer efectiva, con un esmero digno
de mejor causa. Las víctimas no han sido oídas, los delitos son atroces, no ha
habido el mínimo gesto de arrepentimiento de unas FFAA, cuyo ministro les
ordenó, además, rechazar la ley. Hasta ahora ha quedado como un
ruego a los militares: "Ayúdennos, que ya están perdonados", y,
claramente, el sujeto a quien está dirigida la ley es a las FFAA, en un intento
de resquebrajar el apoyo al régimen, siendo que las víctimas del mismo, los
presos políticos, ni se mencionan por quienes la promueven.
En
octavo lugar, todavía no cesan las acciones que transgreden los derechos
humanos y perpetran delitos de lesa humanidad en suelo venezolano, por lo cual,
establecer en esta fecha un marco jurídico-legal anticipado para perdonar
conductas que aún se cometen y que, en voz de los perpetradores, se seguirán
cometiendo, abona el camino para que estos delincuentes consumen sus crímenes
al amparo de una normativa que les será aplicada en días.
En noveno lugar, esta amnistía puede verse como la continuación
del diálogo, siempre favorable al régimen. Recordemos la otra
"Amnistía" en la cual salieron libres los asesinos de Puente Llaguno,
y los presos políticos quedaron detenidos por "Haber cometido
delitos de Lesa Humanidad", y aún cumplen penas. Sencillamente, esta ley
es de imposible aplicación, además, porque todos los delitos cometidos por las
FFAA son contra los derechos humanos y de Lesa Humanidad, sin dejar de
recalcar la horrible tortura.
Finalmente, consideramos,
además, que no es el momento oportuno para este texto. El país exige justicia.
Son 20 años de asesinatos, torturas, desaparición forzada, condenas por jueces
sometidos, violación del debido proceso, y ultraje de los Derechos Humanos. Será
percibida como Impunidad. Y lo es.
Atentamente,
Ing. Enrique Colmenares Finol
Coordinador Nacional ANCO
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